Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 7, 14-37

14 pues decían: «Un sacerdote del linaje de Aarón ha venido con el

ejército: no nos hará ningún mal.»

15 Habló con ellos amistosamente y les aseguró bajo juramento: «No
intentaremos haceros mal ni a vosotros ni a vuestros amigos.»

16 Le creyeron, pero él prendió a sesenta de ellos y les hizo morir en
un mismo día, según la palabra que estaba escrita:

17 = «Esparcieron la carne y la sangre de tus santos en torno a
Jerusalén y no hubo quien les diese sepultura.» =

18 Con esto, el miedo hacia ellos y el espanto se apoderó del pueblo,
que decía: «No hay en ellos verdad ni justicia, pues han violado el pacto y
el juramento que habían jurado.»

19 Báquides partió de Jerusalén y acampó en Bet Zet. De allí mandó
a prender a muchos que habían desertado donde él y a algunos del pueblo,
los mató y los arrojó en el pozo grande.


20 Luego puso la provincia en manos de Alcimo, dejó con él tropas
que le sostuvieran y se marchó adonde el rey.

21 Alcimo luchó por el sumo sacerdocio.

22 Se le unieron todos los perturbadores del pueblo, se hicieron
dueños de la tierra de Judá y causaron graves males a Israel.

23 Viendo Judas todo el daño que Alcimo y los suyos hacían a los
hijos de Israel, mayor que el que habían causado los gentiles,

24 salió a recorrer todo el territorio de Judea para tomar venganza de
los desertores y no dejarles andar por la región.

25 Al ver Alcimo que Judas y los suyos cobraban fuerza y que él no
podía resistirles, se volvió donde el rey y les acusó de graves delitos.

26 El rey envió a Nicanor, uno de sus generales más distinguidos y
enemigo declarado de Israel, y le mandó exterminar al pueblo.

27 Nicanor llegó a Jerusalén con un ejército numeroso y envió a
Judas y sus hermanos un insidioso mensaje de paz diciéndoles:

28 «No haya lucha entre vosotros y yo; iré a veros amistosamente con
una pequeña escolta.»

29 Fue pues, donde Judas y ambos se saludaron amistosamente, pero
los enemigos estaban preparados para raptar a Judas.

30 Al conocer que había venido a él con engaños, se atemorizó Judas
y no quiso verle más.

31 Viendo descubiertos sus planes, Nicanor salió a enfrentarse con
Judas cerca de Cafarsalamá.

32 Cayeron unos quinientos hombres del ejército de Nicanor y los
demás huyeron a la Ciudad de David.

33 Después de estos sucesos, subió Nicanor al monte Sión. Salieron
del Lugar Santo sacerdotes y ancianos del pueblo para
saludarle
amistosamente y mostrarle el holocausto que se ofrecía por el rey.

34 Pero él se burló de ellos, les escarneció, les mancilló y habló
insolentemente.

35 Colérico, les dijo con juramento: «Si esta vez no se me entrega
Judas y su ejército en mis manos, cuando vuelva, hecha la paz,
prenderé
fuego a esta Casa.» Y salió lleno de furor.

36 Entraron los sacerdotes y, de pie ante el altar y el santuario,
exclamaron llorando:

37 «Tú has elegido esta Casa para que en ella fuese invocado tu
nombre y fuese casa de oración y súplica para tu pueblo;